martes, 19 de julio de 2011

Profesores de distintas universidades españolas debaten en ADEIT sobre cómo despertar el espíritu emprendedor entre sus estudiantes


Cerca de cuarenta profesores de distintas universidades españolas debatieron la pasada semana en la sede de ADEIT sobre cómo despertar el espíritu emprendedor entre sus universitarios en el marco de la iniciativa novedosa en el ámbito nacional de la Escuela de Verano para Profesores Motivadores del Espíritu Emprendedor, patrocinada por Fundación Bancaja y por el Consell Social de la Unviersitat de València.

En este sentido, el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, que participó tanto en la inauguración como en la clausura del curso, recordó que la Universitat ha sido «pionera» en la promoción del espíritu emprendedor de sus estudiantes, a través de la puesta en marcha de la Cátedra de Cultura Empresarial hace más de doce años y en el acercamiento al tejido empresarial, por medio de la creación de la Fundación Universidad-Empresa. «La Universitat de València impulsó lo que hoy parece obvio para muchos», señaló. En esta línea, el vicepresidente de la Fundación Bancaja, Javier Quesada, recordó el compromiso de esta entidad con los nuevos emprendedores y reiteró la importancia de que la Universidad continúe trabajando para aproximarse a la sociedad. 

La escuela de verano, que ha celebrado este año su tercera edición, ha ofrecido las herramientas para transferir el espíritu emprendedor a un grupo de profesores de diferentes áreas de conocimiento. El presidente de ADEIT, Carlos Pascual, subrayó la heterogeneidad del perfil de los profesores participantes en esta iniciativa, más allá del área económica. «Las ideas innovadoras y viables pueden surgir también de estudios técnicos, científicos o creativos», por lo que –señaló– «esta formación debe ser accesible a todos los estudiantes».

Entre otros temas, durante los cinco días que duró la escuela, se abordaron las implicaciones personales, sociales y económicas del emprendimiento y se diseñó un protocolo de actuación docente para el fomento del espíritu empresarial en el aula. Además, se ofreció a los profesores participantes un “kit del profesor”, una herramienta para poder transferir los conocimientos adquiridos a los alumnos.

Tanto el director general de Universidad, Estudios Superiores y Ciencia de la Conselleria de Educación, Formación y Empleo, José Miguel Saval, como la directora general de Atención, Participación y Empleabilidad de Estudiantes Universitarios del Ministerio de Educación, Mercedes Chacón, que participaron en el acto de inauguración y clausura, respectivamente, subrayaron la importancia del fomento de la actitud emprendedora para sus respectivas administraciones.

El empresario no nace, se hace
Durante la conferencia inaugural, que llevó por título ‘La motivación del espíritu emprendedor en el aula’, el profesor del Departamento de Economía y Dirección de Empresas de la Universidad de La Laguna y director de la Cátedra Bancaja Jóvenes Emprendedores de dicha Universidad, Francisco J. García Rodríguez, alertó de que «nuestra cultura castiga al emprendedor en un momento en el que lo único racional que puede hacerse es adaptarse al cambio». En este sentido, animó a los profesores participantes a esta tercera edición de la Escuela de Verano a que motiven a sus estudiantes a ser innovadores: «El empresario se hace. Un buen emprendedor detecta los cambios que están sucediendo a su alrededor y aprovecha las oportunidades que este cambio conlleva», apuntó.

El ponente indicó que los empleos «se crean, no se buscan, ni se otorgan». Según explicó García, emprender «tiene que ver con la transformación de nuestra realidad, significa atrevernos a ser lo que queremos ser y superar los factores culturales que nos impiden tomar esta decisión». Para ello, resaltó la importancia de educar en motivación en las aulas a los estudiantes y es ahí donde los profesores «tienen un papel fundamental». «La Universidad y los sistemas educativos están llamados a protagonizar la revolución de esta época histórica que nos ha tocado vivir inoculando este espíritu emprendedor. El sistema educativo tiene el papel clave en este cambio de cultura», indicó Francisco J. García.

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