La insatisfacción corporal y su relación con los procesos depresivos fue el tema de la videoconferencia que sirvió de apertura a la quinta edición del Máster en Intervención Multidisciplinar en Trastornos de la Conducta Alimentaria, Trastornos de la Personalidad y Trastornos Emocionales que imparte on-line la Universitat de València. La coordinadora clínica de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Fundación Aiglé de Buenos Aires (Argentina), Diana Kirszman, fue la encargada de impartir esta ponencia, que se realizó por primera vez a distancia por medio de una videoconferencia a través del Aula Virtual de ADEIT.
Según explicó Diana Kirsman, «se está produciendo un claro incremento de los trastornos alimentarios en los últimos años, con gravísimas consecuencias clínicas para las personas que los padecen». Durante su ponencia, que llevó por título “Depresión e insatisfacción corporal”, señaló que, según un estudio reciente, el 90% de las mujeres se declaran insatisfechas con algún aspecto de su imagen corporal. El parámetro de la «delgadez inalcanzable» es el que, según la ponente, marca la línea de lo funcional a lo disfuncional.
Los modelos socioculturales, influyentes en los trastornos alimentarios
Como principales causantes de esta patología, desde un enfoque sociocultural, Diana Kirszman ha apuntado a la influencia de los medios de comunicación, al entorno sociocultural así como a la familia, al tiempo que ha establecido un paralelismo entre el grado de presión y la mayor o menor preocupación por la imagen. En este sentido, ha subrayado que «los modelos socioculturales del mundo actual tienen gran peso en los trastornos alimentarios, que presentan una obsesión por la aceptación social y un deseo exagerado de tener una imagen perfecta según aquello que dicte la moda».
En esta línea, ha apuntado que la «depresión no siempre está acompañada de insatisfacción corporal, pero la insatisfacción corporal sí suele estar unida a la depresión» que, según ha subrayado, se ha convertido en la primera causa de deterioro funcional de todas las patologías psíquicas. Según datos de la OMS –ha continuado– en el año 2030, los trastornos depresivos habrán alcanzado el primer lugar en prevalencia. Unos trastornos que –ha dicho– han llevado al suicido a un gran número de jóvenes. De hecho, según ha señalado, es la depresión el factor que más predispone al suicidio que, según datos de la OMS, presenta un índice de prevalencia de uno cada 30 segundos en el mundo y cerca de 3.000 al día.
Por otra parte, el coordinador de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario Bellvitge y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, Fernando Fernández, ha ofrecido una ponencia en la que se ha centrado en los factores neurocognitivos, ambientales y biológicos en situaciones extremas de peso.
La importancia de un enfoque global
«Es necesario tener una visión global de los trastornos de la alimentación y deben incluirse otros factores como los emocionales y ambientales», ha subrayado. En esta línea, ha apuntado que los trastornos de la alimentación y la obesidad presentan aspectos comunes como la insatisfacción con la propia imagen y la preocupación por la dieta, pero también se observan rasgos diferenciales, tal y como demuestran múltiples estudios. Por ejemplo –ha señalado– las obesidades genéticas o constitucionales suelen presentar menor índice de impulsividad que las de carácter exógeno. En el caso de los pacientes de anorexia, en lugar de impulsividad, más propia de la obesidad, suelen presentar compulsividad.
Asimismo, Fernando Fernández se ha referido a otros estudios recientes que señalan que los pacientes con anorexia presentan una mayor capacidad olfativa y gustativa que los que poseen problemas de obesidad. Por otra parte, en cuanto al grado de actividad, es superior en los pacientes con anorexia. Otro rasgo propio de este trastorno de la alimentación es la rigidez, que se convierte en el principal motor de actuación de los pacientes de anorexia, mientras que los que padecen obesidad se caracterizan por una evitación del daño. Es de suma importancia –ha concluido– conocer las características de cada trastorno para mejorar el tratamiento que se ofrece ya que, en ningún caso, debe aplicarse un tratamiento estándar.
Este máster, que se imparte on-line, aborda una problemática creciente en la sociedad, de graves consecuencias físicas, psicológicas, sociales y familiares, que requieren un tratamiento multidisciplinar especializado. El objetivo de este postgrado, único tanto en el ámbito nacional como internacional es, por tanto, presentar las claves en la evaluación, intervención multidisciplinar, y prevención de los trastornos alimentarios, de personalidad y emocionales.
Más información: Máster en Trastornos de la Conducta Alimentaria
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